El viernes fui con mi escuela de español a una excursión. Nuestro destino fue la Villa Grimaldi, donde habia un centro de interrogación y tortura durante la dictadura de Augusto Pinochet desde 1973 hasta 1988. Hoy existe ahí un centro de memoria que se llama Parque por la paz.
Ya he visitado distintos lugares de memoria en Alemania. Cuando era un alumno de liceo fuimos a una excursión al centro de memoria del campo de concentración de la dictadura de los nacionalsocialistas “Buchenwald”. Era un joven de 15 años y en esa edad me interesaban otras cosas mucho más que la historia de Alemania. Además el lugar estaba muy aburrido. Hoy no existe casi nada de eso lugar de terror. En la tierra había sólo marcas donde estuvieron las barracas, el resto era solo un campo de tierra. Estaba demasiado difícil para mí imaginar que pasó ahí.
Me gusto más otro memorial: El antiguo centro de interrogaciones del servicio del seguridad de estado (STASI) en Berlin-Hohenschönhausen. No cambiaron casi nada y por eso es posible visitarlo como cuando los prisioneros tuvieron que vivir ahí. Además los guías son prisioneros antiguos que pueden contar mucho mejor como ellos vivieron, como se sentían y como sufrieron.
Teniendo esas experiencias estuve muy curioso de ver como los Chilenos protegen la memoria de su historia.
Lo que primero me impresionó fue el hecho de que el parque vive solo del financiamiento privado. Chile es el país más rico de Latinoamérica pero no creo que sea muy fácil recaudar el dinero que la operación necesita. Es un parque muy lindo, limpio y muy ordenado. Dudo que ellos hagan todo el trabajo con voluntarios, debe ser que necesitan mucho dinero para profesionales también.
Lo que me gustó mucho es la puerta cerrada: es un símbolo para que nunca más la gente tenga que entrar aquí para sufrir tortura.
Lamentablemente los sucesores de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) querían tapar lo que paso ahí y destruyeron casi todo el campo. Por eso no hay mucho que ver de las instalaciones originales hoy. Sólo la reconstrucción de una celda y la torre dan una idea oscura como el campo y la vida era aquí. ¿Pero de verdad podemos imaginar la vida ahí desde dos modelos y su explicaciones? Por ejemplo de las celdas: En un metro cuadrado tuvieron que vivir cinco personas. Sólo hubo suficiente espacio por una persona para sentarse y descansar un poco. ¿Como sería estar con cuatro otras personas extrañas, definitivamente no huelen bien después días, semanas o meses capturados, con solo un forado como una moneda para aire fresco, con el miedo de que va a pasar, con el miedo del destino de la familia, con el dolor de la tortura pasada, con el ruido de otros prisioneros gritando de la tortura y al mismo tiempo el sonido de los brindis de los guardias en sus tiempos libres en la piscina cercana? Creo que no. Es imposible. Tendríamos que sufrirlo para entender lo que una vida así significa. Suerte no hemos tenido que sufrirlo.
Por eso me gusta que los propietarios del parque no reconstruyeron todo. Quieren intermediar una idea oscura de lo que paso aquí. Es suficiente.
Noté que cuidadosamente la guía cuenta del pasado del parque. Casi nunca habla de hechos. Solo habla de que hay testimonios de lo que pasó. Por un lado fue muy raro para mí porque estoy acostumbrado a historias de hechos. Por otro lado puedo entender mejor que difícil debe ser informar de que pasó en el tiempo de la dictadura: Todavía muchos Pinochetistas niegan el lado oscuro de esa era. Por eso instalaciones como el parque por la paz son tan importantes.
En mi opinión valio la pena ir. Espero que no mucha gente salga triste. Pero tengan también el deseo que nunca pase de nuevo. No solo en Chile, sino que en todo el mundo.